48 ACTUALIDAD 48 Los “momentazos del probador” son parte de la leyenda local. Ir a Pirámide nunca fue solo “ir de compras”, sino una especie de ritual, una cita informal con amigas o vecinas, un punto de encuentro donde el estilo se debate de forma espontánea. Un mini Soho en formato boutique. Muchas aseguran que “lo que Juan dice, va a misa”. Porque él no teme decir esto no es para ti, no lo vas a disfrutar, no es tu estilo. Esa honestidad, poco frecuente en un sector dominado por el impulso, ha sido siempre su arma secreta. Credibilidad como valor de lujo. Y la que escribe este artículo lo corrobora: “Mi madre siempre me decía que lo que te compres con Juan me deja tranquila, porque sé que te lo vas a poner”. Así de simple. Así de efectivo y así Pirámide se convirtió en un emblema. Han pasado 39 años desde entonces y Juan continúa vistiendo a la tercera generación de sus clientas. En mi caso personal, hoy es mi hija la que ha heredado un vestidor de envidia. Pirámide conserva intacto ese espíritu. Ahora la tienda, renovada tras un cambio de imagen, combina marcas icónicas con su propia colección: One by Guan Perea, además de un atelier en la última planta dedicado a la confección a medida. Pero el modelo no ha cambiado: ropa pensada para durar y para lucir. Y el trato, el de siempre: cercano, auténtico y real. The special fitting room moments are part of local legend. Going to Pirámide has never been just a “shopping trip”, but rather a kind of ritual, an informal gathering with friends or neighbours, a meeting point where debates about style arise spontaneously. A mini Soho in boutique format. Many people say that “what Juan says is set in stone” because he is not afraid of saying ´it’s not for you, you won’t like it, it’s not your style`. That honesty, unusual in a sector that acts on impulse, has always been his secret weapon. Credibility as a luxury value. And the writer of this article can vouch for that: my mother always said ´I have no qualms about what you buy from Juan because I know that you’ll wear it`. As simple and effective as that, and that is how Pirámide became an icon. Thirty-nine years have gone by and Juan is now dressing the third generation of clients. In my case, today it is my daughter that has inherited a closet to die for. Pirámide keeps that spirit intact. Renovated after a change of image, the shop now combines iconic brands with his own collection: One by Guan Perea, as well as an atelier on the top floor dedicated to bespoke dressmaking. But the business model is the same: clothes to last and show off. And the service, as always: intimate, genuine and real. Mía y Sofía, tercera generación de clientas
RkJQdWJsaXNoZXIy NjQ1OTY=